Este estudio, realizado por reconocidos especialistas de los Estados Unidos,  examinó si un protocolo de entrenamiento de Neurofeedback podría mejorar a un conjunto de pacientes hospitalizados que abusan de sustancias mixtas, incluyendo el alcohol. Efectivamente, se comprobó que el protocolo mejoró la adhesión al tratamiento, las variables de atención y las tasas de abstinencia un año después del tratamiento.

Sobre el método utilizado, 121 voluntarios que se sometieron a un programa de abuso de sustancias destinado a pacientes hospitalizados, fueron asignados de modo aleatorio al grupo de control o al Neurofeedback.

El  Neurofeedback incluyó entrenamiento en variables de atención de dirección Beta y SMR, seguido de un protocolo alpha-theta. Los sujetos recibieron un total de 40 a 50 sesiones de Neurofeedback. El grupo de control recibió tiempo adicional en el tratamiento, equivalente al tiempo del procedimiento experimental.

La Prueba de Variables de Atención (TOVA, por sus siglas en inglés), y el MMPI (una de las pruebas de personalidad más usadas en el campo de la salud mental), se administraron sin que el sujeto supiera sobre su ubicación grupal a fin de obtener datos de base imparciales. Las tasas de adhesión y abstinencia del tratamiento, así como las medidas psicométricas y cognitivas, fueron comparadas.

Los resultados fueron notables:

  • Los sujetos del grupo experimental permanecieron en el tratamiento un lapso significativamente mayor que el grupo de control (p <0,005).
  • De los sujetos del grupo experimental que completaron el protocolo, el 77% fueron abstinentes a los 12 meses, comparado con el 44% del otro grupo.
  • Los sujetos experimentales demostraron, además, una mejora significativa en el TOVA (p <.005) después de un promedio de 13 sesiones beta-SMR. Luego del entrenamiento con alfa-theta, se observaron diferencias significativas en 5 de las 10 escalas de MMPI-2 al nivel de p <.005.

 Conclusiones:

El presente estudio respalda la eficacia de un protocolo de entrenamiento de Neurofeedback como terapia complementaria en un programa de tratamiento con medicamentos para pacientes hospitalizados.  Este protocolo parece ser beneficioso tanto para el abuso con sustancias sedantes como con estimulantes.

El éxito se determinó por la duración del tratamiento y la abstinencia un año después de la finalización del mismo. Se proporcionaron así mismo datos de apoyo a través de evaluaciones de atención cognitiva y psicológicas.

Estos hallazgos amplían la investigación que emplea el Electroencefalograma alfa-theta y el Neurofeedback con pacientes que consumen alcohol en exceso y otras drogas de abuso.

Los interesados pueden acceder al artículo completo aquí. 

 

Fuente: The American Journal of Drug and Alcohol Abuse 31:455 – 469, 2005 Copyright ©Taylor & Francis Inc.ISSN: 0095-2990 print / 1097 – 9891 onlineDOI: 10.108 / ADA-200056807

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